
Las fachadas adquieren la máxima importancia pues en ella se suelen clocar los mayores empeños decorativos, mediante numerosas cornisas y columnas griegas, romanas y salomónicas. Por el predominio de los elementos decorativos sobre los constructivos, se puede afirmar que el estilo barroco más que un estilo de arquitectura es una forma de decoración arquitectural.
Una de las preocupaciones del Barroco son los grandes recintos públicos urbanos. Es frecuente que en las ciudades más importantes se lleven a cabo plazas mayores de enorme superficie y suntuosidad. En España tenemos los ejemplos señeros de la Plaza Mayor de Salamanca y de la de Madrid.
EL PRIMER BARROCO:
Se construyen edificios con materiales pobres y de aspecto opaco. Los centros principales en que se desarrolla el barroco son Madrid, Sevilla, Valencia, Toledo y Valladolid.

De aquí nace la segunda etapa del barroco, conocida como “BARROCO PLENO”
A medida que avanza el siglo XVII se percibe un progresivo camino de intensificación de la decoración recargada y la eliminación de elementos herrerianos.
En Andalucía, ya hacia fines del siglo, el pintor y escultor, Alonso Cano, inició la tendencia hacia
Una imagen más estética siendo autor de la fachada de la catedral de Granada.
A medida que avanza el siglo XVII se percibe un progresivo camino de intensificación de la decoración recargada y la eliminación de elementos herrerianos.
En Andalucía, ya hacia fines del siglo, el pintor y escultor, Alonso Cano, inició la tendencia hacia
Una imagen más estética siendo autor de la fachada de la catedral de Granada.
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